Hablar de arte es adentrarnos en una dimensión inherente al sentir humano. Más allá de conceptos y definiciones académicos, el arte es una forma alternativa de comunicación, un vínculo distinto al común denominador del lenguaje ordinario. Hablar de arte es, en resumidas cuentas, referirnos a la vía más pura que pueda existir para transmitir nuestras emociones.
Ahora bien, la ruta de las ideas se encuentra sujeta no únicamente al instante en que se gesta el concepto a transmitir, sino que implica también la conversión de la imagen mental a un código común para emisor y receptor. El proceso natural de la comunicación es en apariencia un acto simple y llano, aunque en realidad no garantiza que el mensaje recibido sea igual en todas sus partes al que fuera emitido. Nuestra capacidad de interpretación se encuentra sujeta a las diversas referencias mentales y emocionales que vamos acumulando en nuestra experiencia de vida, y con las cuales conseguimos esclarecer lo que se nos ha manifestado, siempre bajo el marco de referencia de nuestros parámetros individuales. Visto de este modo, la idea de comprender a cabalidad un pensamiento ajeno al propio resulta una tarea racionalmente imposible.
El arte, por el contrario, más que describir un concepto o imagen, lo que expresa es el sentir del autor, sus motivos, su propuesta humanística. Lo que le diferencia de cualquier otro método cotidiano de expresión, es el acierto del artista por tocar en el espectador las fibras precisas no para hacerle comprender, sino hacerle sentir, al contemplarla, la misma intensidad que el artista experimentó al crear una pieza.
La obra pictórica de Marta Muro no sólo provoca una reacción emocional en su público. Va más allá al abrir una ventana a la añoranza. Uno a uno, sus trazos nos sugieren la permanencia del México de antaño, y en especial del carácter jerezano: su espontaneidad, vivacidad, su manera tan propia de escudriñar el pensamiento de quienes pasan a su alrededor con sólo echar una mirada. Lograrlo no es una casualidad. El proceso creativo de Marta Muro queda sustentado en la intención de cada pincelada. Si bien sus obras guardan un objetivo establecido desde su inicio, el movimiento de un trazo, por simple que parezca, puede resultar determinante en el resultado final de la obra.
Es así como una imagen nos adentra en la sustancia de la autora. Desde instantes cotidianos en las calles del ayer hasta la dura mirada de la mujer jerezana de principios del siglo XX, la obra de Marta Muro posee la habilidad de transmitir aquella estampa peculiar que la artista inhala con el alma y exhala con colores sobre el lienzo. Luces, tonalidades, olores y texturas, todo ello se conjuga en el acto de crear la perpetuidad por medio de la expresión artística. La intención sensorial de Marta Muro palpita lo mismo en su mirada que en el instante introspectivo al que nos invitan sus pinturas.
Ya fuere costumbrismo o arte abstracto, lo que trasciende en la obra pictórica de la autora es la reminiscencia de su tierra, de su gente, una mezcla colorida de alegría y de nostalgia, añoranza y lejanía suspendidas en el tiempo. La obra de Marta Muro es un llamado a volver a las calles empedradas, a las miradas furtivas en el hueco de las ventanas, a la ironía burlona que reía en alguna esquina, o a la esperanza incansable acallada bajo el estoicismo de un velo negro con ojos de mujer.
Si el secreto del arte consiste en transmitir las emociones del autor en el corazón de sus espectadores, Marta Muro nos ha obsequiado en su obra una ventana a la sinceridad de su talento y su nostalgia.
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Marta Muro (Jerez, Zac.) realizó estudios de pintura en la Cd. de México y en Cambridge, Inglaterra. Su formación artística le ha llevado a recorrer diversos países de Europa y posteriormente a residir en Puerto Rico, Chiapas, Jalisco y Zacatecas. Su obra ha sido mostrada en diversas exposiciones nacionales e internacionales, de las cuales se destacan Expo-viajera de Bellas Artes, exposición de aniversario del Cura Miguel Hidalgo (Pénjamo, Gto), exposición en el extemplo de San Agustín (Zacatecas, Zac.) y Consulado de México en Los Ángeles, Cal.
hace 30 minutos adquiri un oleo de Marta Muro, firmado y fechado del 95. si gustan comentar a mi correo es: luis_stopper@hotmail.com
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